La ciudad de Cannes, en Francia, es un destino que muchos sueñan con visitar. Parte de ese deseo nace debido al Festival de Cannes que año a año nos contagia con su glamour.
Cannes, ciudad francesa de la región de Provenza, en la Costa Azul, que cuenta con una población de unos 70,000 habitantes. Durante el verano la población se duplica al ser un destino turístico de primer orden en Francia. Es uno de los destinos más populares de la Riviera francesa, y es famosa en todo el mundo por su Festival Internacional de Cine.
Tener una segunda residencia en Cannes fue durante los años veinte una moda entre los más pudientes de Francia y Reino Unido. El clima, la luz y la belleza del litoral que circunda la privilegiada Riviera francesa, resultaban ideales para escapar de los fríos y lluviosos inviernos del norte de Europa. Surgieron villas palaciegas, hoteles de lujo y un paseo mítico: La Croisette. Aunque a muchos les suene Cannes solo por su Festival Internacional de Cine, la ciudad más elitista de la Costa Azul, lleva décadas como símbolo de glamour y distinción.
Festival Internacional de Cine
En cierto modo, Cannes le debe mucho al cine. Constituye una auténtica leyenda del celuloide, no sólo por el celebérrimo Festival Internacional en el que cada año, desde 1939, se entrega la Palma de Oro, sino porque también desde hace más de siete décadas, ha sabido atraer la atención de directores, productores y actores de la gran pantalla, a lo que fue un viejo pueblo ligur y después romano que se fortificó en la Edad Media para protegerse de piratas y forajidos.
El Festival Internacional de Cine de Cannes representa, naturalmente, una gran fuente de ingresos, y es el acontecimiento más destacado de la ciudad. Teniendo lugar en mayo (del 8 al 19 de mayo de 2018), es el festival de cine más famoso y prestigioso.
Barrios de Cannes
La ciudad de Cannes está dividida en diferentes barrios. Uno de los más importante es un barrio periférico llamado La Bocca. Las Islas de Lérins forman un barrio insular, mientras que Croisette, Californie, Palm Beach, SuperCannes et Croix-des-Gardes y le Suquet, completan la lista con nombres que nos hacen pensar en el sol.
Le Suquet
Es el nombre que recibe la ciudad vieja, el barrio de pescadores cuyas coloridas casas se concentran tras un empinado y zigzagueante trazado medieval que llegaba hasta una torre de vigilancia cuadrada. Alcanzar este antiquísimo castro ligur que aprovecharían los romanos para fortalecer su puente con La Galia e Hispania, es hacerlo a los orígenes del lugar. Se puede observar toda la ciudad desde lo más alto de la torre, aunque basta asomarse a las murallas que rodean al castillo e iglesia para tener envidiables panorámicas de una Cannes en la que no cabe un alma en su largo verano.
El Boulevard de la Croisette
A orillas del mar, a lo largo de la bahía de Cannes, se encuentra el célebre paseo de la Croisette y es uno de los lugares de mayor interés turístico de la ciudad, tanto como las Islas de Lérins. La historia de la Croisette comienza en 1838. Con ocasión de las obras de acondicionamiento del puerto, el sendero que recorre el litoral se convierte en paseo. En aquella época, se denomina ‘Camino de la pequeña cruz’, por una cruz que se elevaba en lo alto de la bahía de Cannes. Más tarde pasará a llamarse Boulevard de la Croisette.
Se puede dar un largo paseo y, tal vez entrar en las prestigiosas tiendas de lujo, y también admirar los suntuosos palacios como el Hôtel Carlton Intercontinental, el Hôtel Martinez, el Hôtel Majestic o el Palacio Stephanie (antiguo Noga Hilton). Todos estos hoteles de lujo han sido edificados a partir de 1900, para responder a las exigencias de una clientela compuesta por miembros de la realeza y burgueses.
La Croisette cambia de cara según la hora del día. Puede encontrarse con personajes extravagantes, pero también con auténticos habitantes de la ciudad, personajes de otra época que no tienen nada que ver con la imagen de glamour a que nos tiene acostumbrados Cannes.
Al final de la Croisette, se encuentra el Palacio de los Festivales. Allí se pueden observar en el suelo, las huellas de las manos de numerosos artistas.
El puerto viejo (Le vieux port)
Es uno de los sitios más pintorescos de la ciudad. En él se encuentran los yates y barcos de pesca. Un puerto donde lo antiguo y lo moderno cohabitan de forma armoniosa. Actualmente, la navegación de recreo es más importante que la de pesca, pero todavía hay pescadores que venden a los restaurantes situados en el muelle de Saint Pierre.
Playas públicas y privadas de Cannes
La mayoría de las playas son privadas y hay que pagar un canon diario para poder disfrutarlas. Afortunadamente hay espacio para bañarse gratis en playas públicas en el mismo centro, aunque probablemente no cuenten con tantos cuidados. Aunque cabe consolarse de que, al menos, las playas en Cannes son de arena blanca y no de piedras, como sucede en muchos rincones de la Costa Azul.