Una ciudad como Mérida aguarda infinidad de atracciones a su alrededor. Uno de ellos son sus variados estilos arquitectónicos, en especial aquellas casas con características del Renacimiento francés. Además son un punto de referencia para la población meridana debido a su estilo de la época y elegantes fachadas. Aquí te presentamos algunas de las casas más icónicas de la ciudad.
Palacio Cantón
Terminado en 1911, la residencia del general refleja la magnificencia de los palacios franceses y la bonanza económica de la época por el cultivo e industrialización del henequén, el llamado “oro verde” en la época de prosperidad en Yucatán.
Desde 1980 se convirtió en el Museo Regional de Antropología y hoy, casi 35 años después, “el Palacio Cantón se impone en la traza urbana como el emblema yucateco que es, un puente entre el ayer reflejado en sus muros y el mañana que rige el andar dinámico de la sociedad”, se indica en un letrero del sitio.
Casas Gemelas
A lo largo del Paseo Montejo existen dos casas que resaltan por una característica singular, son idénticas, debido a esto se les conoce en la actualidad como Casas Gemelas, fueron construidas a principios del siglo XX a cargo del ingeniero Manuel Cantón, mismo que edificó el Palacio Cantón.
Construidas con elementos arquitectónicos de estilo francés, ya que el plano fue elaborado en Francia (se aprecia en la herrería de sus puertas y balcones), son un lugar favorito para fotografiar. Debido a que son residencias privadas, solamente podrás ver el exterior de estas casas.
Casa de la Cultura Jurídica
De diseño afrancesado con detalles decorativos, se construyó aproximadamente en 1915 por el arquitecto yucateco Manuel Amábilis (quien proyectó el Monumento a la Patria y estuvo a cargo en la construcción del Parque de Las Américas) conocida como la Casa Amábilis de acuerdo con una placa de piedra que se encuentra en el desplante de la finca. En su interior tiene un jardín pequeño con una fuente al centro. Los meridenses se suelen referirse a ella como “La Casa de Pastel” por su característico color azul y los decorados en su fachada. En la actualidad es sede de la Casa de la Cultura Jurídica de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Casa Morisca
Una de las casonas que más atrapan la atención de los transeúntes por su peculiar estilo es la Casa Morisca, ubicada en la calle 51 x 56 del centro, a 2 esquinas de Paseo de Montejo. Su historia hasta la fecha sigue siendo un misterio, se tiene conocimiento que fue construida por inmigrantes españoles alrededor de 1909. Su nombre lo recibió por su evidente estilo morisco afrancesado que probablemente, los dueños invadidos por la nostalgia andaluz, plasmaron su sentir en el estilo arquitectónico de la casona. La gente comenta que en su momento funcionó como carpintería, oficinas y hasta un hotel. Si se contempla con detenimiento, recuerda a una lámpara y hasta la película de “Aladdín”.
Casa El Pinar
Localizada sobre la calle 60 con avenida Colón y siguiendo la tendencia del renacimiento francés, la Casa Pinar fue construida en 1915 en pleno auge del oro verde en Yucatán. A inicios del siglo XX, la casona se conectaba para dirigirse al pueblo de Itzimná. La residencia perteneció a Humberto Peón, estuvo abandonada por un tiempo hasta que la adquirieron de nuevo y la restauraron; años después se vendió el inmueble a José Trinidad Molina Castellanos, cuya esposa la habitaba hasta hace poco. Considerada una de las mansiones más emblemáticas de aquella época y de las pocas que permanecen prácticamente intacta a pesar de tantos años que han transcurrido.