Los cráteres polares de la Luna podrían albergar hielo, especialmente los que están permanentemente a la sombra del Sol.
LA LUNA
Es el único satélite natural de la Tierra y, por consiguiente, el objeto estelar más próximo a ella. Está situada en órbita ecuatorial, a una distancia media de 384,400 Km.
Al mismo tiempo y debido al efecto gravitacional de la Tierra sobre la Luna, ésta gira sobre su eje exactamente en el mismo período, por lo que, a la vista de los habitantes de la Tierra, la Luna presenta siempre la misma cara, permaneciendo, por lo tanto, constantemente oculta la cara opuesta.
Por otro lado, la atmósfera es la capa de gas que rodea a un cuerpo celeste. Los gases resultan atraídos por la gravedad del cuerpo, y se mantienen en ella, si la gravedad es suficiente, y la temperatura de la atmósfera es baja. En la Luna no hay aire para respirar. Sin embargo, existe una capa muy delgada de gases en la superficie, que casi se puede llamar atmósfera.
De hecho, técnicamente se le podría considerar una exosfera. En una exosfera, los gases están tan dispersos, que rara vez chocan entre sí. Además, en la atmósfera de la Luna solo hay 100 moléculas por centímetro cúbico, mientras que la atmósfera de la Tierra tiene aproximadamente 100 mil millones de millones de moléculas por centímetro cúbico. Por otro lado, la masa total de estos gases lunares, es de aproximadamente 25,000 kilogramos, más o menos el mismo peso que un camión de volquete lleno.
Cada noche, las bajas temperaturas hacen que la atmósfera baje al suelo, subiendo durante el día por el viento solar. Esto demuestra que la atmósfera lunar, no es una atmósfera permanente, sino una concentración de partículas dependiente del medio exolunar.
COMPOSICIÓN DE LA ATMÓSFERA
Aunque todavía se desconoce la composición completa de la atmósfera lunar, se han detectado átomos de helio y argón, así como restos de: oxígeno, metano, nitrógeno, monóxido de carbono y dióxido de carbono.
Asimismo, los espectrómetros terrestres, han detectado también, sodio y potasio, mientras que el ‘Lunar Prospector’ (una sonda espacial, destinada al estudio de la Luna) encontró isótopos radiactivos de radón y polonio.
Los científicos también han encontrado moléculas de agua de menos de un milímetro de espesor, que podrían sobrevivir en la superficie lunar.
Además, el impacto de la luz solar, el viento solar y los micrometeoritos que golpean la superficie; también pueden liberar gases que estaban enterrados en el suelo lunar, en un proceso denominado ‘pulverización catódica’.
Estos gases vuelan al espacio o rebotan a lo largo de la superficie lunar. La ‘pulverización catódica’, también explica cómo se acumula el hielo en los cráteres lunares, ya que los cometas que chocan con la Luna, podrían dejar algunas moléculas de agua en la superficie.