Una de las decisiones más importantes ocurre cuando debes elegir el lugar para vivir, donde comenzará la nueva historia de familia.

Construirse una vivienda es una de esas ideas atractivas a la par que atrevidas. Si es la primera vez que nos vamos a embarcar en este asunto, tendremos muchas preguntas en nuestra cabeza, una buena parte centradas en la vivienda en si misma pero, al dar los primeros pasos para hacer realidad este proyecto, entrará en juego el terreno y nos surgirán nuevos dilemas que antes posiblemente ni se nos habían ocurrido. ¿Influirá el terreno en la fase de construcción de nuestra vivienda? ¿cómo saber si un terreno es mejor o peor que otro? ¿en qué debo fijarme a la hora de elegir un terreno?

Ubicación

La ubicación de tu terreno es importante por dos cosas: calidad de vida y plusvalía.

Recorre la zona para saber si hay hospitales, centros comerciales, escuelas, así como otros elementos que dan plusvalía a un lugar. De igual manera verifica las vialidades y el tiempo de recorrido hacia los lugares que más frecuentas.

Te sugerimos caminar por la colonia o fraccionamiento, ver las instalaciones, calles, cableado y áreas comunes, ya que éstas añaden valor y calidad de vida. De igual manera es importante echar un vistazo a los nuevos vecinos y sus construcciones, sobre todo los que estarán al lado de ti.

La orientación

La temperatura de tu hogar dependerá de la ubicación del terreno, por lo que es importante fijarse hacia qué punto cardinal da el frente de éste, y así saber qué tanta luz solar entrará. Esto te servirá para ahorrar energía ya que te permitirá controlar la temperatura de manera natural y no te verás obligado a activar el aire acondicionado o calefacción por muchas horas.

Toma en cuenta lo siguiente, si tu casa está de frente al:

• Sur, sureste y suroeste: en invierno, el sol da todo el día.
• Norte, noreste y noroeste: en invierno el sol no da nunca.
• Este, sureste, noreste: tendrás luz de sol desde el amanecer hasta el mediodía.
• Oeste, suroeste, noroeste: luz solar desde el mediodía hasta el ocaso.

Hay que considerar también el entorno. La cercanía de edificios altos, colinas o árboles pueden restar horas de luz directa. 

Topografía del terreno

Revisa que el suelo y subsuelo del terreno sea estable y no propenso a deslaves. En algunas zonas del país deberás asegurarte de que no exista alguna caverna o cenote que pueda representar un peligro. Te recomendamos pedir a un ingeniero que se cerciore de que todo está en las mejores condiciones.

La vegetación

Aunque de entrada nos pueda parecer irrelevante, la vegetación ya presente en el terreno es otro punto en el que debemos fijarnos. En muchos lugares la vegetación y el arbolado pueden estar protegidos. Esto significa que no podremos talar árboles preexistentes, o que si lo hacemos deberemos pagar una multa o tasa en el Ayuntamiento correspondiente.

La presencia de vegetación también es un indicador de la calidad del terreno y en general es mejor si el terreno cuenta con ella (pero sin que sea excesiva). Hay que tener en cuenta que las raíces de algunas especies de árboles pueden afectar a la cimentación y a las instalaciones de nuestra futura vivienda por lo que, si ya están presentes en la parcela y vamos a conservarlos, la vivienda deberá mantener unas distancias de seguridad respecto a los mismos.

De la misma manera, un terreno con mucho arbolado puede no ser recomendable ya que limitará el soleamiento y la luz que va a llegar a nuestra futura vivienda. Por esta misma razón, es importante informarse de las especies de árboles presentes en el terreno, puede que se encuentren en una fase temprana de su crecimiento y que, pasados los años, crezcan y limiten el soleamiento de nuestra casa, o sus raíces se expandan y afecten a la vivienda.

La accesibilidad y las infraestructuras

Aunque muchas veces es difícil conseguirlo todo a la vez, asegurarnos de que nuestro terreno cuenta de antemano con las redes de suministro necesarias para abastecer a nuestra vivienda, es determinante de cara a la viabilidad del proyecto. Nos referimos al suministro de agua, electricidad y la posibilidad de conexión a una red de alcantarillado. 

Por otro lado, un terreno accesible y bien comunicada facilitará los trabajos de construcción y reducirá los costes asociados al transporte de materiales y otros suministros. También es importante investigar e informarse de futuros proyectos de infraestructuras urbanas (o de cualquier otro tipo) que puedan afectar a nuestro terreno o a su entorno.

La accesibilidad a la misma mediante algún tipo de transporte público y su cercanía a equipamientos como colegios, centros comerciales, instalaciones deportivas, etc. nos facilitará el día a día y reducirá nuestros gastos en transporte y mantenimiento.