Debido a los constantes cambios climáticos, muchas especies enfrentan el peligro de extinguirse.
El café es una de las bebidas más consumidas en todo el mundo. Sin embargo, debido al aumento en el número de sequías y los cambios climáticos, muchas especies enfrentan una amplia gama de amenazas.
Un estudio titulado ‘El alto riesgo de la extinción de las especies silvestres del café y las implicaciones para la sostenibilidad del sector cafetero’, publicado en la revista Science Advances, advierte que la mayoría de las especies silvestres del café, al menos el 60%, están dentro de la categoría de peligro de extinción. De las 124 variedades de café silvestre, 75 están en peligro. La producción mundial de café se basa actualmente en dos especies: la arábica (alrededor del 60% de la producción) y la robusta (40%). Además de la amenaza directa que pesa sobre estas dos especies, las variedades silvestres de las cuales depende la mejora de su semillas también están en peligro. Es importante resaltar que esta es una de las tasas de amenaza más altas registradas para una especie de planta.
Desde Brasil hasta Etiopía y Kenia, los productores cafetaleros se encuentran en constante movimiento para implementar nuevas tecnologías que mantengan el rendimiento. Por otra parte, los países más afectados con sembradíos de café podrían ser: Nicaragua, Honduras, México, Guatemala, Colombia y Costa Rica; esto en algunas de sus zonas. Sin embargo, estos cambios no sólo afectan al café, también están dañando a la agricultura en general.
Cabe mencionar que aunque todavía este es un escenario lejano, es probable que dentro de las próximas siete décadas, la producción de café se reduzca en un 50%. El jefe de investigación y el autor principal del artículo, Aaron Davis, espera que los hallazgos de esta investigación contribuyan para ‘asegurar el futuro de la producción de café en el mundo, no solo por los amantes de esta bebida, sino también por las comunidades agrícolas de algunos países, que dependen de este sector como una fuente de ingresos’.