Con los años, nuestras necesidades en casa cambian. Nuestros gustos y estilo favorito, puede que también.

Si está pensando en darle un cambio radical a su casa, puede que la lectura de hoy le sirva de gran ayuda. Y es que nos centramos en darle varias opciones para cambiar el suelo sin obras.

SUELO DE CORCHO

Si cuenta con una superficie nivelada y que no sea porosa, cambiar el suelo sin obras, empleando este material será una alternativa sostenible que además actualmente ofrece un montón de posibilidades. Distintos formatos, acabados y colores formados a base de su típico grano irregular, podrán convertirse en una opción de estética continua y la mar de visual que anda buscando.

Para aumentar su durabilidad, están sellados con un barniz que aumenta su impermeabilidad y resistencia. A través de él también se consiguen gran diversidad de acabados estéticos. Eso sí, ha de tener en cuenta que una vez al año tendrá que renovar dicha capa protectora para garantizar la impermeabilidad y evitar las manchas derivadas del uso cotidiano.

SUELOS DE VINILO

Colocados directamente sobre el suelo antiguo, cambiar la estética de sus paramentos con ellos, será tan limpio como sencillo, rápido y también económico. Además, existen en el mercado infinitas opciones en cuanto a acabado, color, tamaño y patrón que pueda llegar a imaginar. Por ser resistentes al agua y ritmo diario, de cómoda y sencilla limpieza, muy sufridos y teniendo en cuenta que por su composición impide el crecimiento de hongos y bacterias en la estancia, resultan ideales en locales húmedos como baños y cocinas.

Por su composición, también impiden la acumulación de ácaros, así que en hogares donde viven y reinan alérgicos y asmáticos, resultan mucho más que ideales. Una alternativa sin duda muy a tener en cuenta, si está pensando en cambiar el suelo sin obras en casa. Pero si aún le surgen dudas en lo que tiene que ver con su colocación.

LAMINADO

Como alternativa al tradicional parquet, encontramos el suelo laminado. Si algo cabe resaltar de él, es su fácil instalación sobre un suelo previamente existente, su elevada resistencia, el amplio repertorio que podemos llegar a encontrar en el mercado y por supuesto su precio.

En cuanto a su durabilidad, dependerá del nivel que tenga el modelo que se adquiera. Desde el más básico y con el que nos garantizan una resistencia de 5 años, hasta 30, dependiendo del modelo y fabricante en cuestión. Además podrá aplicarle distintos tratamientos según preferencias y estilo de vida: el antideslizante será muy práctico en baños y cocinas.

El antirayado lo convertirá en más durable de cara a arrastrones de muebles y ritmo diario. El antiestático le alejará de las descargas de electricidad estática, y el antibacteriano será perfecto para usted, sobre todo si tiene mascotas en casa.