Entre los bellos edificios de Gerona, destacan las Casas del Onyar, sus colores vivos y que deben su nombre al río que atraviesa la ciudad, constituyen la imagen más emblemática de Girona.

El colorido de las Casas del Onyar, supone un contrapunto al gris pétreo de la arquitectura monumental de la ciudad de Girona, y también es un elemento representativo de la ciudad.

El conjunto de las Casas del Onyar, también son conocidas por los sobrenombres de casas colgantes o casas del río. No todos los edificios que dan al río Onyar, se consideran casas colgantes, sino sólo aquellas casas que tienen sus fachadas en la Rambla de la Libertad, y la Calle de la Argentería, dos calles contiguas y bastante turísticas.

Donde ahora están las casas colgantes, en la Edad Media estaba la muralla que protegía la mitad más antigua de la ciudad de Gerona. Las construcciones defensivas fueron creciendo durante siglos, hasta que los franceses volaron las fortificaciones más significativas, en 1814, cuando abandonaron la ciudad, después de ocuparla. Fue entonces que se quitaron de forma progresiva, partes de las murallas medievales, y al borde del río Onyar, se construyen nuevas casas, todas ellas con dos fachadas, la principal, con salida a la calle, y la fachada fluvial con vista al río.

El río divide la calle en dos, y para cruzar de un lugar a otro, hay diversos puentes. Los que más destacan son el d’en Gómez, delicado y esbelto, y el que construyó en 1826 Gustave Eiffel, autor de la Torre Eiffel de París, de color rojo y siguiendo su estilo, de hierro pintado de color rojo.

El campanario que se eleva sobre las Casas del Onyar, corresponde a la iglesia de Sant Feliú, una de las más antiguas de Girona, que en su interior atesora sarcófagos paleocristianos. Una recomendación para el viajero en su visita a Girona, es recorrer el río Onyar al caer la tarde, y disfrutar del colorido que nos ofrecen estas casas de tonos pasteles y ocres.

Dato curioso

La única casa que no está pintada de color, si no que es blanca, es la Casa Masó,  de Rafael Masó I Valentí, precursor del Novecentismo, uno de los artistas más reconocidos de Girona. La Casa Masó, con fachada de color blanco y azul, alberga la sede de la Fundación Rafael Masó desde 2006.