Científicos trabajan para conservar una especie que sólo crece en una zona de México. Su característica es que se desplaza en la tierra de manera similar a la de una oruga.

El cactus reptante conocido de forma local como ‘chirinola’ (Stenocereus eruca) pertenece a la familia de las cactáceas, su crecimiento es horizontal y al ras del suelo, desplazándose de forma similar a una oruga, de ahí su nombre: eruca, que en latín tiene tal significado.

Esta planta, endémica de Baja California Sur, es el único cactus capaz de desplazarse de forma rastrera en México.

Llega a medir alrededor de uno, hasta tres metros de longitud, con un espesor de ocho centímetros; su crecimiento es gradual y se calcula en alrededor de cinco centímetros por año; sin embargo, en una proporción similar, su tallo se seca y muere. La raíz de la planta se encuentra en la parte inferior de sus brazos, con los que logra el desplazamiento, por lo tanto, una vez adulto, el tallo es prescindible.

El cactus ‘chirinola’, se reproduce asexualmente; su floración se da en el periodo entre primavera y verano, sus flores blancas y rosadas abren sus capullos por la noche, y se cierran poco antes del amanecer.

Se propaga en ambientes costeros y áridos, casi inhóspitos para el ser humano, entre arbustos, cactus y árboles de mezquite, propios del desierto sudcaliforniano.

Este cactus reptante, actualmente se encuentra catalogado en la ‘Categoría A’ de la NOM-059-SEMARNAT-2010, como especie amenazada, e incluida en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y categorizada como least concern (de menor preocupación).

Algunos de los principales factores de disminución de las áreas de distribución de la ‘chirinola’, son la actividad antropogénica y las condiciones climáticas adversas.

Un ejemplo puntual, es la deforestación de la mano de los ganaderos asentados en zonas cercanas al hábitat natural de la planta, porque las grandes espinas que posee, lastiman al ganado que pastorean ahí.

Otros de los factores que amenazan a la especie, son la construcción de desarrollos inmobiliarios, la apertura de caminos, y tempestades originadas por fenómenos atmosféricos.

Un grupo de investigadores de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS), analiza el cactus reptante, para generar estrategias para su conservación.

Este estudio consiste en evaluar los elementos que influyen en la germinación de la cactácea, principalmente determinar el grado de tolerancia a la salinidad de la planta.

De esta forma, se podrán identificar las características ambientales que favorecen el brote y propagación de la especie. Se están evaluando soluciones salinas, porque es una planta que crece en la costa, y se quiere determinar la capacidad que tiene para tolerar sales. Asimismo, se está trabajando con un grupo de antioxidantes, para poder acelerar el proceso de germinación de la planta y que pueda tolerar condiciones adversas, para que pueda germinar adecuadamente.

Se experimentarán entonces, con seiscientas semillas de ‘chirinola’, que colocarán en treinta placas de Petri, veinte semillas por cada contenedor, a las que les aplicarán, en cinco tratamientos, diferentes valores de salinidad.

En las semillas, como se mencionó anteriormente, se aplicarán diferentes grados de salinidad: cero grados de salinidad, es decir, agua destilada sin ningún mineral, dos, cuatro, seis, ocho y diez decisiemens (dS) de salinidad por litro.

Las resistencias a los niveles de salinidad de la planta, serán documentados y se determinará el nivel óptimo para una adecuada germinación, este conocimiento se podrá emplear, para definir y delimitar áreas para la reforestación de esta planta.