El Castillo de Neuschwanstein está ubicado en el estado alemán de Baviera, cerca de la frontera de Alemania con Austria. Fue mandado construir en 1866 por el rey Luis II de Baviera, también conocido como 'El Rey Loco', con el fin de reproducir la arquitectura medieval y rendir homenaje a las óperas de Richard Wagner.
El castillo de Neuschwanstein se construyó en una época en que los castillos y las fortalezas ya no eran necesarios desde el punto de vista estratégico. Nació en la imaginación Luis II como una pura fantasía romántica de un castillo medieval idealizado. El castillo es una composición de torres y muros que pretendía armonizarse con las montañas y los lagos. Está situado sobre el desfiladero de Pöllat en los Alpes Bávaros y se alza sobre el Castillo de Hohenschwangau y los lagos Alpsee y Schwan.
Luis II siempre había querido un castillo medieval, por lo que Neuschwanstein fue construido en un estilo neogótico. Pero a diferencia de los auténticos castillos medievales, éste poseía sistema de calefacción central (que en plenos Alpes se agradece), agua corriente e inodoros automáticos.
El palacio está lleno de curiosidades. Con 5 pisos, 360 habitaciones, de las cuales sólo 15 fueron acabadas, una moderna cocina con un sistema de calentamiento basado en estudios de Leonardo Da Vinci. La cocina y el comedor están unidos por un ascensor e incluso contaba con el primer teléfono móvil de la historia, con una cobertura de 6 metros y una completa red eléctrica.
Sin embargo, el rasgo más distintivo del castillo es que fue diseñado para ser un escenario para las óperas de Wagner, tanto en sentido literal como figurado. Algunas habitaciones se diseñaron explícitamente como lugares en los que se pudiera representar una ópera, y en todas las estancias y en el corredor del castillo, la arquitectura y las obras de arte reflejan la mitología alemana que constituyó la base de las óperas wagnerianas. Una de las habitaciones más destacadas es la llamada 'La Gruta', una gruta subterránea artificial increíblemente convincente con un lago navegable, estalactitas, una cascada y una luna artificial. La Gruta fue creada para representar la ópera de Wagner 'Tannhäuser'. . El diseño original era demasiado grande para colocarlo es Neuschwanstein, por lo que en éste se colocó una réplica más pequeña. El original se construiría en el castillo de Luis en Linderhof.
Recorriendo las numerosas salas del castillo podemos encontrarnos con continuas referencias a leyendas y personajes medievales como Tristán e Isolda o Fernando el Católico, además de continuas reseñas y alusiones a la obra del compositor Wagner, simulando un inmenso escenario teatral habitable. Así como vistas a los paisajes de los Alpes Bávaros, incluyendo una cascada que el monarca podía contemplar desde su habitación.
Catorce escultores tardaron cuatro años y medio en completar el dormitorio del rey. El patio principal se basa en el decorado del patio del castillo de Amberes del segundo acto de la ópera Lohengrin de Richard Wagner, el mejor amigo del rey. El Salón de los Cantores es una copia del salón de Wartburg, donde Wagner situó una escena de su ópera Tannhäusser. El Salón del Trono, con un suelo de mosaico de dos millones de piedrecitas y dos pisos de altura, estaría inspirado en la Sala del Grial de Parsifal.
Para la construcción del palacio se empleararon únicamente materiales y trabajadores bávaros, evitando las importaciones extranjeras por designio real. Un hecho que ayudó a desarrollar una poderosa industria artesanal que a día de hoy convierte a Baviera en uno de los enclaves industriales más poderosos del país.
Cuando se inició la construcción, las estimaciones señalaban queel rey podría ocupar el castillo en unos tres años. Pero los trabajos se desarrollaron a un ritmo muy lento, y más de una década después aún no habían finalizado. Las disputas sobre las deudas del rey por excesos en los costes de construcción terminaron por provocar su incapacitación el 11 de Junio de 1886. Dos días más tarde, su cuerpo y el de su guardián, flotaban sin vida en las aguas del lago Starnberg.
Las obras del castillo continuaron durante ocho años más, y cuando finalmente se detuvo a los constructores, sólo un tercio de las habitaciones se había acabado y decorado. El Castillo de Neuschwanstein fue abierto val público siete semanas después de la muerte del rey Luis II de Baviera, y en la actualidad es uno de los principales destinos turísticos de Europa.