El Equinoccio es ese momento del año en que el día y la noche tienen igual duración en todos los puntos del planeta, excepto en los polos.
Cuando ocurre el Equinoccio, los dos polos de la Tierra se encuentran a igual distancia del Sol, cayendo la luz solar por igual, en ambos hemisferios. A partir de este momento, en el polo norte el día tendrá seis meses y en el polo sur la noche será también de seis meses.
Desde tiempos remotos, el inicio de esta nueva estación, también llamado ‘el año nuevo zodiacal’; ha sido motivo de grandes festejos y celebraciones.
Ocurre justo dos veces al año, alrededor del 20 de marzo y el 22 de septiembre, lo que coincide con el inicio del verano y el otoño en algunas regiones.
A causa de la excentricidad de la órbita terrestre, las estaciones no tienen la misma duración, ya que la Tierra recorre su trayectoria con velocidad variable. Va más deprisa, cuanto más cerca está del Sol (perihelio) y más despacio cuanto más alejada (afelio).
Por esto, existen diferencias entre las estaciones según el hemisferio donde nos encontremos. Nuestro planeta está más cerca del Sol a principios de enero que a principios de julio, lo que hace que reciba un 7% más de calor en el primer mes del año. Por este motivo, además de por otros factores, el invierno boreal es menos frío que el austral, y el verano austral es más caluroso que el boreal.
El equinoccio de marzo se llama ‘Equinoccio de primavera’. Cabe destacar que del comienzo de la primavera dependen las fechas de Semana Santa. El Viernes Santo, es el viernes inmediatamente posterior a la primera Luna llena de Primavera (después del 21-22 de marzo) en el hemisferio norte. Por ello puede ser tan temprano como el 21 de marzo, o tan tarde como el 23 de abril.
Las mejores zonas arqueológicas de México, para vivir el Equinoccio
Chichen Itzá, Yucatán. En su gran estructura conocida como el ‘Castillo’ o ‘Pirámide de Kukulcán’, ubicada al centro del conjunto, refleja la suntuosidad militar que rodeó a este gran Dios creador del viento. Esta zona arqueológica es famosa por el espectacular juego de luces y sombras que cada año ocurre durante los equinoccios de primavera y otoño, en una de las esquinas del imponente Templo. Al paso de las horas, la sombra de la serpiente, proyectada por el Sol, parece moverse descendiendo y rematando en la cabeza pétrea situada en la base inferior de la escalinata.
Teotihuacán, CDMX. Es una de las zonas arqueológicas más visitada en México, en los últimos 10 años; ubicada en el central estado de México, es un importante lugar para recibir la primavera, porque se trata de uno de los centros ceremoniales más grandes del México antiguo. El Templo de Quetzalpapálotl, de la Ciudad de los Dioses, es el escenario donde se observa el juego de luces y sombras; hace que las almenas de la construcción iluminen ciertas partes de la misma. Puede verse como la serpiente emplumada (representada por los rayos solares) desciende en punto de las 12:00 horas, para marcar el inicio de un nuevo ciclo de tiempo.
Dzibilchaltún, Yucatán. Considerada una de las ciudades Mayas más antiguas. El fenómeno ocurre cuando la puerta del Templo de las Siete Muñecas, es iluminado por los rayos del sol y la luz del astro permanece en el centro de la puerta, jugando con las sombras que se crean en la fachada poniente ofreciendo un espectro.