Ahora que llega la primavera, y la época de poda para muchas plantas, es posible que miremos hacia arriba y nos preguntemos si también es así para las palmeras de nuestro jardín.
El momento óptimo de corte será durante el periodo vegetativo, en primavera, verano y otoño, nunca en invierno. Dependiendo de la especie y tamaño de la palmera las podaremos con mayor o menor frecuencia.
Algunas pistas nos las darán sus hojas, como en cualquier otra planta. El color verde brillante es indicativo de que todo va bien; en el momento en que las veamos amarillentas y marchitas es cuando debemos empezar a pensar en podar el árbol. En el caso de las palmeras, sin embargo, se trata de una necesidad que va más allá de la mera estética: sus grandes hojas pueden tener tendencia a incendiarse, pueden causar bastante daño si caen sobre alguien en caso de ser palmeras muy altas, o pueden convertirse en nido de alimañas o de hongos.
Si las Palmeras son de poca y mediana altura, nosotros mismos podemos realizar la poda con las herramientas apropiadas para no dañarlas. Y recordar que no debemos eliminar las hojas verdes, ya que romperemos el equilibrio de la palmera debilitándola, retrasando su desarrollo y provocándole una pérdida en su captación de nutrientes.
Para las palmeras de troncos altos, lo más sensato es recurrir a profesionales especializados en la poda de palmeras. Se necesita un buen equipo de seguridad para ascender por el tronco, así como buenas herramientas de corte.
Por otra parte, el ascenso por la palmera debe hacerse de manera que no se dañe el tronco, ya que se podrían causar daños graves en la palmera. Existen distintos sistemas para subir por el tronco de la palmera, estribos, “bicicleta” o plataforma elevadora.
La poda se realiza recortando las hojas secas a ras del tronco, comenzando desde la parte más baja de la copa y ascendiendo en espiral.
Siempre debe haber otra persona con el podador por si le ocurriera un accidente: bajadas de tensión y pérdida de la consciencia, cortes, pinchazos, lesiones musculares, daños oculares, etc.
Antes de subir hay que inspeccionar el tronco golpeándolo con una maza de madera para descubrir oquedades, pudriciones, grietas que pudieran afectar el equilibrio del ejemplar una vez arriba. La inspección se va efectuando a medida que se asciende, en espiral.
Una vez cortadas las hojas, retiraremos todos los restos de la poda y luego, abonaremos el suelo alrededor del tronco con un producto específico para que la palmera crezca más fuerte.