La mayoría de nosotros relacionamos contaminación con el aire polucionado de la ciudad, pero no sabemos que en nuestra oficina podemos estar respirando un aire más peligroso para nuestra salud. Esto es lo que se conoce con el nombre de el síndrome del edificio enfermo. Este curioso síndrome aparece en edificios modernos mal construidos por su "aislamiento perfecto" del exterior, y qué olvidan de que los humanos necesitamos respirar aire puro para estar sanos.
Estas oficinas concentran altas dosis de sustancias químicas nocivas producidas por las fotocopiadoras, muebles, productos de limpieza, ordenadores y otros aparatos eléctricos típicos de un lugar de trabajo. La contaminación en el aire de un edificio cerrado puede llegar a ser más elevada que la del espacio exterior.
¿Cuándo hablamos de SEE?
Para que se pueda considerar un SEE, al menos deben estar afectados un 20% de los ocupantes, con síntomas tales como resfriados, congestión nasal, afonía, alteraciones del gusto y el olfato, sequedad e irritación de las vías respiratorias (nariz, garganta), de la piel, de los ojos, cefalea, dificultades en la concentración, fatiga, alergias o hipersensibilidades de origen poco conocido, y que se presenten con carácter persistente.
En los hogares modernos también puede ocurrir lo mismo, los aislamientos herméticos, la falta de ventilación, y las sustancias químicas nocivas en los productos de limpieza, pinturas, alfombras, cortinas, muebles y ropas, crean un espacio cerrado, donde estas sustancias se concentran y pueden llegar a provocar alergias, asma y otros síntomas complejos que pueden dañar la salud.
Evitarlo es muy sencillo, solo es cuestión de ventilación, basta con abrir las ventanas cada día durante 15 minutos para que el aire de un recinto se renueve totalmente, y si hay mucha humedad, se debe repetir la ventilación dos veces al día.
Es muy importante que se cambien los filtros del aire acondicionado en casa, trabajo y coche, cada año e incluso dos veces al año si el ambiente está muy cargado o hay muchas personas diferentes entrando y saliendo. Es la única manera de evitar problemas y disfrutar del aire acondicionado cada verano.