Son muchos factores, los que nos invitan a decidirnos por uno u otro tipo de alfombra.

Las alfombras son uno de los elementos con mayor poder de transformación. La alfombra correcta no sólo puede definir su espacio, sino que también suaviza el eco de una habitación, proporciona comodidad y calidez a un piso frío y rígido, y añade un valor artístico a la decoración de su espacio.

Si alguna vez ha entrado a un cuarto y siente que falta algo, generalmente esa pieza faltante es una alfombra. En resumen, las alfombras son una de las maneras más fáciles de agregar color, textura y personalidad a un espacio.

Pero todos esos beneficios vienen con un precio. Por lo general, las alfombras pueden ser una de las piezas decorativas más costosas en su hogar, por lo que debe asegurarse de elegir correctamente, su inversión podría convertirse en un gasto sin sentido. Estas son algunas de las cosas a las que debe de prestar atención cuando busque la alfombra ideal para su habitación:

ASPECTO DE LA ALFOMBRA

Existen tres tipos de alfombras según su estética: con textura, sólidas y con borde perimetral.

Las alfombras con textura, son una excelente elección para sitios de poco paso, especialmente dormitorios y lugares donde no tiene sillas con ruedas, ya que no se podrían deslizar. Sirven para dar personalidad a los ambientes. Son alfombras de pelo, de flecos, etc., en general aquellas en que las hebras forman un acolchado.

Las alfombras sólidas tienen un aspecto mucho más definido y formal. Son excelentes para poner un toque tradicional y clásico, en cualquier ambiente. Si los espacios son pequeños, mejor elegirlas de un tono claro, porque ‘comen’ mucha superficie visualmente hablando.

TONO Y ESTAMPADO

Las de color liso son ideales para poner en estancias minimalistas, o bien en aquellas donde los motivos estampados dominan ya en las tapicerías, las paredes, etc.

Las alfombras estampadas con lunares, rayas, zig-zag, estampados geométricos; pueden ser un excelente foco de atención, para habitaciones anodinas, que necesitan un toque especial en la decoración.

MATERIAL ADECUADO

Las alfombras pueden estar fabricadas en diferentes materiales tales como: lana, algodón, fibras naturales, seda, materiales sintéticos.

Las de lana están pensadas para durar, y suelen ser suaves y fáciles de limpiar, con colores que no se deterioran. Su principal uso, son las zonas de mucho tránsito como: el salón, el pasillo, la entrada.

Las de fibras naturales, son una opción duradera, y mucho más económicas, que las alfombras de lana.

Sirven para aportar un tono neutro a habitaciones con mucho color, o bien para resaltar espacios rústicos, o demasiado despejados y ‘naturales’.

Lo malo es que si les cae líquido, por ejemplo; una copa de vino, se estropean.

TAMAÑO ADECUADO

Para elegir la alfombra del tamaño adecuado a cada espacio, tenga en cuenta algunos factores, como: medir el espacio con una cinta métrica, y no comprar a ojo. Es mejor medir siempre de antemano.

Tenga en cuenta también, la localización de puertas, cuya apertura pueda verse afectada por la instalación de una alfombra.

Para delimitar un espacio amueblado, existen varios patrones que puede seguir. Por ejemplo, si en un salón las butacas o sillones y el sofá están contra la pared, la alfombra debe quedar cubierta por las patas delanteras de los asientos.

Sin embargo, si la zona de estar se sitúa en medio del salón, la alfombra debe tener la suficiente superficie, para que las patas de todos los asientos queden sobre ella.

Una alfombra cuadrada quedará mejor en una habitación de igual forma cuadrada, mientras, que una rectangular, será idónea para una habitación con esa forma. Las alfombras redondas son adecuadas para dar un toque original a cualquier espacio.