La mezquita de Sheikh Zayed, un gigantesco templo que es hoy en día la mezquita más grande de los Emiratos Árabes Unidos, y la tercera en tamaño de todo el mundo.
Abu Dhabi acoge la tercera mezquita más grande del mundo, La mezquita de Sheikh Zayed. Se llama así en honor al fundador y primer presidente de los Emiratos Árabes Unidos, el difunto Sheikh Zayed bin Sultan Al Nahyan, quien inició la construcción de la mezquita a finales de 1996.
Sin embargo, dadas las dimensiones y detalles del proyecto, Sheikh no la pudo ver terminada, ya que, falleció en el 2004, mientras que las obras en la mezquita no se concluyeron hasta el 2007. La primera ceremonia que se realizó en la mezquita Sheikh Zayed en Abu Dhabi, fue su entierro.
El diseño y la construcción de la mezquita usó materiales y artesanos de muchos países, entre ellos Italia, Alemania, Marruecos, Pakistán, etc. 3.500 trabajadores y 38 empresas contratistas participaron en la construcción de la mezquita. Los materiales naturales fueron elegidos durante gran parte de su diseño y construcción, debido a sus cualidades de larga duración, incluyen piedra de mármol, oro, piedras semipreciosas, cristales y cerámica.
Exterior de la mezquita
La mezquita desde fuera es muy visible. Primero por su tamaño, más de 22.000 m2, con una capacidad de 40 mil fieles. A su visibilidad también le ayuda estar ubicada en una explanada sin edificios y para destacarla más, la mezquita fue construida 11 metros por encima del nivel de la calle.
La mezquita tiene 4 minaretes de 107 metros de altura, uno en cada esquina y 82 cúpulas de siete tamaños distintos. La mayor de las cúpulas, con 32.2 m de diámetro y 85 m de altura.
Interior de la mezquita
En las paredes y el suelo, prevalece la técnica ‘piedra-dura’, que consiste en formar flores a través incrustaciones de hojas de piedra semi-preciosas.
El complejo cuenta con 1,096 columnas rodeando al patio central perfectamente alineadas, pintadas de motivos florales y coronadas con una ornamentación dorada. Alrededor del patio central, hay piscinas reflectantes que enriquece sus detalles y recrean su belleza en el reflejo de los espejos de agua. Cuando empieza a anochecer, la mezquita tiene un sistema de iluminación especial con el que refleja las fases lunares. Los tonos azulados de las luces cambian cada día según el ciclo lunar.
Si el exterior de la mezquita es impresionante, al entrar a su interior la sorpresa se multiplica, por la absoluta opulencia decorativa en las salas.
En el interior de la mezquita hay candelabros gigantes chapados oro de diferentes tamaños, hechos de cristales de Swarosvki. El mayor candelabro pesa 12 toneladas. El suelo de la sala principal está todo cubierto por una alfombra de 5,627 m2; la convierte en la alfombra más grande del mundo, con un peso de 47 toneladas. Fue tejida a mano por unos 1,200 artesanos, durante 2 años. La alfombra tiene unas líneas rectas marcadas, son para delimitar las distintas filas en las que se deben colocar los fieles para rezar.
Es un edificio religioso. Por eso, se tiene que vestir de forma adecuada antes de entrar. Se debe llevar rodillas y codos cubiertos. Para las mujeres, la norma se amplia a no enseñar tobillos ni muñecas y llevar la cabeza cubierta. Si no se lleva ropa adecuada, en la entrada prestan túnicas.