El ‘Puente de Fierro’, fue construido en 1870, es decir, 19 años antes que la ‘Torre Eiffel’.

La obra arquitectónica de Alexander Gustave Eiffel es ‘reconocible’ por la utilización de metal en la estructura de sus proyectos, el creador de la ‘Torre Eiffel’, tuvo años productivos en los que proliferó su arte, no sólo en Europa, también en diferentes partes del mundo, como en Latinoamérica.

México no es la excepción, y gracias al agrado de Porfirio Díaz por el estilo francés, es que se concibió la creación del ‘Puente de Fierro’, ubicado en el Gran Canal de Desagüe, en Ecatepec de Morelos. A más de 25 kilómetros del centro de la Ciudad de México, una estructura metálica se erige sobre el canal de desagüe, justo a un costado de la Carretera México-Pachuca. Construido en 1870, tardó 9 años en transportarse todas las piezas desde Bélgica hasta acá, dónde Eiffel tenía su fábrica.

En un inicio tuvo el objetivo de cruzar las vías ferroviarias, el cual perduró por 80 años, pero avanzado el siglo XX, el tren entró en desuso, y se adaptó para ser un puente automovilístico, pronto fue rebasado por la cantidad de autos que necesitaban atravesar, y reemplazado por un nuevo tramo de carretera (aproximadamente en el año de 1960). Para proteger el puente, se recubrió de láminas, y pronto fue olvidado. Las empresas ferroviarias dueñas de éste, dejaron de existir, y por falta de preservación, los documentos que certifican esta obra como un ‘hermano de la Torre Eiffel’ están perdidos, y sólo quedan unos cuantos registros históricos.

En el año 2000, Manuel Bueno Herrera, un artista plástico oriundo del municipio del Estado de México, convirtió el recinto, con apoyo del gobierno, en el ‘Centro Cultural Puente de Arte’. El cual tenía la misión de dar espacio a personas que quisieran exponer sus obras, así como dar talleres y clases de distintas disciplinas, para adentrar la cultura a una población absorta.

Después de 16 años de aprendizaje, actividades, esfuerzos y mucha cultura; el museo cerró por ‘remodelación’, pero no se hizo ninguna reparación, ni volvió a abrir sus puertas. Actualmente está abandonado, deteriorado por el desuso, y saqueado por ladrones.

Aunque su imponente estructura sigue en pie desde hace casi 150 años, no se sabe qué le depara, o si será restaurado próximamente.