Situado en el antiguo Barrio del Carmen, el vestíbulo de acceso nos enmarca un remate visual hacia un paisaje de cúpulas, dentro del centro histórico de la Ciudad de Puebla.
El diseño ecléctico basado en la composición de los cuartos de maravillas del S.XVI y XVII, conformó el eje compositivo que conjunta arte, música y arquitectura.
La franqueza de los materiales aparentes predomina en el espacio, definimos una paleta de colores en escala de grises, caracterizados por el tono antracita en la estructura, mismo que equilibramos con un contraste de maderas de Etimoé y Tzalam.
Los pisos de concreto pulido nos conducen a la estancia central. La doble altura descubre ‘El gabinete de curiosidades de un viajero’, donde las historias se narran en la verticalidad del espacio.
El arte abraza los muros, piezas de maestros mexicanos, como Javier Marín, Esteban Fuentes de María, Chachis Abed y David Alfaro Siqueiros, dan vida al espacio central. El comedor elaborado de una sola pieza de granito Red Dragon Blue River, se fabricó en sitio y se boleo hasta obtener el fino corte ala de avión.
Belices antiguos, una consoleta de procedencia Austriaca Art Nouveo y una puerta antigua nos dan acceso a la cocina. ‘La puerta llegó a nosotros; generalmente el vano define la dimensión de la puerta, en este caso hicimos un vano a medida exacta de la puerta’.
La escalera construida en Mármol Jurásico, posee una paleta de tonos grises predominantes en el ambiente; ésta nos conduce al segundo nivel, una sala intima de conciertos, eclipsada por un piano de cola Steinway & Sons. Se desarrolló un patrón acústico que matiza la reverberación de los sonidos, a manera de una pieza sonora que a su vez fuera parte del diseño interior.
En la estancia del Family Room, se optó por utilizar diversos textiles para hacer un espacio sensorial, tapetes de artesanos de Teotitlán del Valle y un Patchwork iraní visten los pisos, un tapiz de la colección Java, emula los destinos exóticos a lo largo de la inspiradora ruta de la seda y un Eames Lounge Chair & Ottoman nos invita a escuchar la música en el espacio.
En el área privada del departamento, la elección fue por un color manta y detalles en madera de encino, utilizamos elementos de iluminación indirecta 2400k y detalles de plafones curvos para hacer más sencillo el espacio.
La parte superior del librero alberga un puente de cristal laminado, el cual remata con un spot para la lectura, que ofrece una vista única. Un espacio lleno de historias y recuerdos de un arquitecto viajero.
FICHA TÉCNICA
Proyecto: PH 502 / Arquitecto: Praxis Arquitectura - Marcelino Rosas Garmendia / Fotografía: Aldo C. Gracia