En los alrededores de Uruapan, se encuentra el volcán más joven del mundo y el único que el ser humano ha visto nacer: el Paricutín Mexicano.
Se halla en lo que se conoce como el Cinturón Volcánico Mexicano, a la sombra de otros volcanes. El volcán Paricutín o parícutin en purépecha Parhíkutini ‘lugar al otro lado’, es un volcán situado en el estado de Michoacán, México entre el ex poblado de San Juan Parangaricutiro y el poblado Angahuan, ostenta el título del volcán más joven de la Tierra, lo que permite a los científicos observar directamente las morfologías derivadas de la actividad volcánica apenas 60 años después de que se produjera.
Así nació
Dionisio Pulido fue la única persona que vio nacer el volcán en el mes de febrero del año de 1943. Según dicen, el mismo Dionisio contó que escuchó un fuerte ruido que provenía de las entrañas de la tierra, mientras trabajaba su parcela, en las cercanías de la población de Paricutín; fue entonces cuando sintió cómo la tierra temblaba bajo sus pies. Asustado, corrió en busca de su familia, y pudo ver el humo que salía de entre los surcos, aunque no fue hasta el mes de mayo del mismo año en que el volcán hizo erupción.
Otros testimonios de los habitantes de los pueblos afectados decían que días antes a la erupción, se desató una plaga de chapulines, que hubo temblores y hasta lluvia de cenizas.
Crecimiento
Sobre el campo liso, el volcán creció siete metros en las primeras 24 horas, y en la primera semana, ya alcanzaba los 50 metros de altura, hasta llegar a los 600 que tiene actualmente. El cráter está dividido en dos chimeneas y tiene una profundidad de 42 metros, dato que ha ido disminuyendo, debido a la colmatación por parte de los materiales sueltos que se desprenden de las vertientes del mismo. Las laderas tienen pendientes entre 32 y 40º, lo que genera una disimetría en la estabilidad de las laderas, fenómeno observable gracias a la presencia de vegetación o no.
La actividad del volcán Paricutín fue de 9 años, estuvo 11 días y 10 hrs. el volcán en activo durante sus primeras erupciones. Tanto es así que sepultó completamente dos poblados, el de Paricutín y el de San Juan Viejo Parangaricutiro. El primero desapareció quedando totalmente sepultado por la lava, y del segundo sólo se puede ver parte de la iglesia.
Al Paricutín se le considera un volcán activo, debido especialmente a las fumarolas de vapor de agua que expulsa continuamente. Sin embargo, los expertos aseguran que es muy difícil que vuelva a producirse una erupción similar a la de sus primeros años de existencia, lo que hace que pueda ser fácilmente visitable.
Hoy en día el volcán Paricutín está considerado como una de las maravillas naturales del planeta. Sin embargo, la escasa gestión y regulación que recibe el territorio donde está enclavado, hace que sea muy vulnerable a la degradación, como se puede apreciar en la cantidad de basura que se puede encontrar por el camino. ¡Incluso en el cráter!. No obstante, que por parte de grandes profesionales se está trabajando en la conservación de este maravilloso entorno natural, así como en su investigación y en la posibilidad de explotarlo como recurso turístico, eso sí, siempre de una forma sostenible y responsable. Ya que, sin ninguna duda, el volcán Paricutín ofrece un paisaje y un conocimiento de este bello planeta al que todo el mundo debería acercarse.