El planchado es una tarea que la mayoría de la gente odia. Afortunadamente la tecnología ha hecho que ésta tarea sea rápida y fácil.
Cuando se trata de eliminar las arrugas de tus prendas favoritas, puedes usar tanto una plancha tradicional como una de vapor para aplanar las telas. Decidir cuál de estas herramientas es la mejor depende del tipo de tela y del estilo de la prenda que uses, ya que la plancha a vapor es más conveniente para algunas telas, aunque dañina para otras.
Plancha seca
Las planchas secas son ahora el tipo viejo y clásico de las planchas. Su simplicidad radica en sólo tener que ajustar la temperatura de la plancha, dependiendo del tipo de tela. El beneficio de la plancha seca es que si nunca se deja sin atención y si siempre se está vigilando mientras se está usando, es poco probable que cause daño a tus prendas. Hoy en día, la plancha seca puede ser más difícil de encontrar y a veces es más cara. Sin embargo, para algunos tejidos, como la seda, las planchas secas son la única opción. Plancha de vapor
Las planchas de vapor son las planchas estándares actualmente; son más rápidas, más baratas y fáciles de encontrar. También, por lo general, tienen la capacidad de ser utilizadas ya sea como una plancha seca o como una plancha de vapor, dependiendo del proyecto en cuestión. Las planchas de vapor son conocidas por trabajar más rápido para liberar las arrugas y son más eficaces en los artículos más grandes. Pueden ser más complicadas de usar que
las planchas secas porque no sólo debes ajustar la temperatura, sino también la cantidad de vapor que se utilice. La ropa de lana necesitará mucho más vapor que la mayoría de los artículos de ropa promedio, por ejemplo. Sin embargo, el vapor puede dañar ciertos tipos de tejido y debe ser monitoreado cuidadosamente. Ten en cuenta que cuando se utiliza una plancha multifuncional como una plancha seca, los agujeros donde sale el vapor pueden causar marcas en determinados tejidos.
Vaporizadores verticales
Por lo general, las planchas a vapor consisten en un tanque lleno de agua y una manguera ajustada a un dispositivo manual que emite vapor, si bien existen también unidades manuales más pequeñas ideales para viajeros. Colocas tu prenda en cualquier percha doméstica, y luego deslizas la plancha de vapor hacia arriba
y abajo de la tela, mientras la mantienes alrededor de una pulgada (2,5 cm) de distancia. La prenda debe dejarse secar, debido a que el vapor y otras emisiones de agua pueden dejarla casi húmeda. Los vaporizadores no se limitan a planchar prendas, ya que pueden utilizarse para dar volumen al pelo de las pieles usadas en la tapicería, y refresca las cortinas, edredones y mantas.