El plástico es uno de los residuos más contaminantes para el planeta, pues cuando se produce genera gases que crean el efecto invernadero y por otro lado no es biodegradable, porque tarda miles de años en descomponerse.
Elif Bilgin, una joven de origen turco de sólo 16 años, recibió un premio del prestigioso certamen norteamericano ‘Science in Action’(Ciencia en Acción) por su original invento. El nombre de este proyecto es ‘Going Bananas’, que en inglés da lugar a un juego de palabras: quiere decir al mismo tiempo ‘Volverse Loco’. Justamente, la joven encontró una solución curiosamente simple, ecológica y barata de producir plástico a partir del popular fruto, en lugar de utilizar derivados del petróleo.
El problema de la contaminación en Turquía, la incentivó a investigar y, luego de dos años, logró crear un bioplástico a partir de cáscaras de plátano. ¿Cómo lo hizo? Remojó la cáscara en metilbisulfato de sodio, antes de hervirla y molerla. Luego, transfirió la pasta a una cápsula y por último, la cocinó.
Todos los años, la revista Scientific American lanza este premio, el cual da fondos a jóvenes científicos que buscan cambiar el mundo con los recursos que tiene. Este año, la suma de 50.000 dólares, fue para Bilgin, quien compartió la premiación con otros catorce jóvenes, de los cinco continentes. Si se tiene en cuenta que 280 millones de toneladas de plástico al año son desechadas y que demora en degradarse entre 100 y 1000 años, este invento tiene múltiples ventajas:
La principal es la no dependencia del petróleo, que como se sabe es un bien escaso, caro y muy contaminante, pues los plásticos creados a partir de combustibles fósiles como el petróleo, se acumulan en la superficie de la tierra y permanecen en ella miles de años como basura, esto causa no sólo una mala estética del paisaje, sino que estos plásticos desprenden residuos tóxicos en su descomposición.
Estos plásticos biodegradables, generan un menor porcentaje de dióxido de carbono, para el medio ambiente.
Los bioplásticos se descomponen rápidamente, si una bolsa de plástico tarda 100 años en desaparecer, una elaborada con plástico biodegradable, tardaría sólo 90 días.
Todos los productos biodegradables consumen menos energía tanto para su descomposición, como para su creación.
Además del dinero que recibió por su creación, Bilgin ganó un viaje a las oficinas de Google en California, donde compitió junto a jóvenes promesas de todo el mundo por el premio Google Science Fair, que ofrecía 100 mil dólares y diversas oportunidades de formación científica. Las puertas del mundo se abren para la joven científica, cuya creación ecológica podrá ayudar a construir un mundo más sustentable.