Esta casa se desarrolló en una zona suburbana residencial de rápido desarrollo en el norte de Mérida.

 

PARQUE, TERRAZA Y CONTEXTO URBANO

Hace pocos años en esta zona no había sino terrenos baldíos y caminos rurales. La mayoría de las casas son de planta cuadrangular, tipologías anodinas y escalas muy diferentes unidas quizá por colores claros.

Esta casa tiene la peculiaridad de encontrarse en un terreno privilegiado, puesto que tiene su lado largo al norte, se encuentra en esquina y ve hacia un parque público que se rehabilitó como parte del proyecto (construcción de calle, aceras, retiro de piedras, nivelación, tierra vegetal y siembra de 300 arboles).


Para aprovechar tal situación se buscó maximizar sus posibilidades visuales, termo-ambientales, funcionales y de integración contextual. De tal suerte, se procuró aprovechar la fachada norte abriendo y extendiendo la volumetría hacia la misma y cerrando casi por completo el resto de las fachadas: una caja sólida que abiertamente se desborda sobre el parque al que vive y del cual obtiene luz, vientos y vida.

PATIOS TERMICOS

Esta casa se encuentra en una zona “desértico-tropical” con fuertes variaciones térmicas que se buscaron controlar con patios térmicos que albergan una fuente, tres palmeras y la escalera que liga sus tres niveles.


PROGRAMA

Sala, comedor y cocina viven dentro de un espacio integrado/seccionado que fluye o se constriñe según se requiera, todos rodeados de la piscina y el jardín.

Los espacios vivenciales son esencialmente horizontales, en fuerte contraste con la verticalidad de los patios que desafían la triple altura.

Las zonas públicas están en planta baja y azotea; las privadas en primer nivel, unidas por los patios. El ascender es un evento cotidiano dónde la idea es rematar con el cielo mismo.

Como a falta de montañas en Yucatán las nubes parecen estar más cerca de uno, la azotea es una terraza/lounge que se vuelve una excelente excusa para gozar de ellas así como una extensión visual al parque rehabilitado.

MATERIALES LOCALES

Buscando economías, tanto en los contaminantes usados para el transporte, como en el presupuesto de construcción, además de apoyar a la economía de la zona, todos los materiales usados son de producción local o existen en el mercado local normalmente. Incluso la piedra usada en albarradas y rajueleados proviene de la excavación efectuada en el terreno para crear alberca y cisterna.

Diseño: Arq. Antonio Creixell. 

Fotografía: Alberto Caceres.