Existen muchos lugares en el estado de Querétaro que guardan en su arquitectura y tradiciones un atractivo, que es impresionante. Uno de esos lugares es, sin duda alguna, el Pueblo Mágico de San Joaquín.

San Joaquín es un pueblo minero desde hace quince siglos, como lo confirman las ruinas de Ranas y Toluquilla. Es además uno de los 18 municipios que constituyen el estado de Querétaro, el pueblo fue fundado con el nombre de misión de ‘San Nicolás de Tolentino’, en 1682, y en 1941 adquiere el nombre de San Joaquín, y se debe al patrono del municipio.

San Joaquín fue incorporado a la lista de Pueblos Mágicos de México en el año 2015, teniendo siglos de historia. A sólo 3 km de la cabecera municipal de San Joaquín, se encuentra uno de sus mejores atractivos para turistas. Se trata del sitio arqueológico ‘Las Ranas’, un centro ceremonial, religioso y político de gran relevancia para los antiguos chichimecas. Otro yacimiento prehispánico que también resalta por su excelente conservación cerca de este lugar, es el sitio arqueológico de ‘Toluquilla’.

En San Joaquín se lleva a cabo en abril, el Concurso Nacional de Huapango, el cual es el tercer festival más importante de México, según el Instituto Nacional de las Bellas Artes. Debido a la importancia del concurso, San Joaquín es considerado la ‘Capital del Huapango’. Su celebración se lleva a cabo desde hace ya 46 años, y convoca alrededor de 500 bailarines de toda la Huasteca, y hasta de nuestro vecino Estados Unidos.

Para los amantes del ecoturismo, San Joaquín ofrece un gran atractivo es la ‘Gruta de los Herrera’, un paraíso silvestre. Se trata de una formación geológica con más de cien millones de años de antigüedad con hermosas estalactitas y estalagmitas. Otros atractivos ecoturísticos se pueden encontrar en: el ‘Mirador de la Cruz’, el ‘Árbol de la Fundación’ y ‘Piedra Redonda’.

A la hora de la comida no deje de probar la barbacoa de borrego, el mole, la carne de cerdo en salsa verde con nopales, los tamales y el chicharrón de res. Para el postre le recomendamos los ates, dulces de chilacayote y calabaza.

No se vaya de San Joaquín, sin adquirir alguno de sus productos como: el licor de manzana, artículos bordados, deshilados, muebles estilo colonial y piezas talladas en madera como: lapiceros, marcos para fotos y muchos más. Uno de sus más reconocidos atractivos artesanales, son las creaciones de tejido de gancho, que son de manufactura muy buena.

Otras atracciones de San Joaquín:

Parque Nacional Campo Alegre
Cascadas Maravillas
Cascada y Pinturas Rupestres ‘El Durazno’
Cerro de San Antonio
El templo en el Jardín Central