A pesar de las transformaciones que ha sufrido durante los años, Pyrgi todavía mantiene su leyenda medieval.
Un paseo por Pyrgi (o Pirgi), una ciudad isleña con una población de alrededor de 1.044 habitantes, es un recorrido colorido de diseños y motivos geométricos.
Pyrgi el ‘pueblo pintado’, como muchos lo llaman por los elaborados motivos decorativos en las fachadas de las casas, es el pueblo medieval más grande de Quíos y está a 25 km de la ciudad principal de la isla. A pesar de todas las alteraciones provocadas por el tiempo y las intervenciones humanas, Pyrgi sigue siendo una leyenda medieval viva.
Habiendo sido conocido como uno de los ‘pueblos de lentisco’. La savia obtenida de los árboles de lentisco de Pyrgi para hacer medicinas, alimentos, licores y goma de mascar natural, fue un producto muy apreciado desde la época de los antiguos griegos hasta la era otomana. Y desde entonces, Pyrgi no ha cambiado demasiado. Esta producción sigue siendo una tradición orgullosa y fundamental para la economía local. Sin embargo, es el ‘xistà’ de Pyrgi, lo que llama más visualmente la atención.
‘Xistà’ es la forma de referirse a los diseños de esgrafiados de las fachadas de los edificios de Pyrgi, lo que atrae a un goteo constante de turistas de todo el mundo. Esta técnica es un legado de los italianos genoveses, que trajeron consigo el enfoque en capas para crear motivos.
Inesperadamente esto convirtió a la pequeña ciudad de Pyrgi en un punto culminante para aquellos interesados en una técnica artística simple pero hermosa, característica del Renacimiento italiano.
El pueblo tiene muchas y fértiles llanuras, donde se produce la afamada Mastiha, aceite, almendras, cereales y legumbres. En el pasado, producía tabaco y algodón, a partir de los cuales se confeccionaba la ropa para los trabajadores de la isla, tanto para hombres como para mujeres.
Su estructura urbana y forma arquitectónica son de gran interés histórico. Su fortificación es representativa para hacer frente a las incursiones enemigas. La iglesia de San Apostol, copia del templo católico de Nea Moni, es un monumento bizantino excelentemente conservado, con abundante decoración cerámica, cintas dentadas en la cúpula, con doble columnata de mármol y coloridas botellas en la mampostería.Su construcción se sitúa en el siglo XIII al XIV. Tanto sus elementos arquitectónicos exteriores como los frescos que adornan las superficies interiores de las paredes se mantienen en muy buenas condiciones.
Sin embargo, lo que fascina al visitante a primera vista son las casas Pyrgousika. El estilo utilizado para la decoración exterior de las casas es único.