Elemento decorativo que hoy en día es tendencia, los tapices de macramé. Llevan con nosotros un largo tiempo, y parece que por ahora van a seguir pisando fuerte.
Otra forma de emplear el textil para aportar un toque ‘boho’ a su casa, regresando a los años 70, es el macramé. Se trata de una técnica de decoración artesanal, con una antigüedad que supera los 4.000 años, a partir de nudos (en realidad ‘nudo’, es su significado en francés) en hilos de diferentes materiales como algodón, fibras naturales, seda, lino, yute, etc. Esta técnica se originó en Persia y, como otras muchas, fue pasando de generación en generación hasta extenderse con el tiempo a otros continentes.
Mediante esta técnica, puede encontrar, por ejemplo, tapices para la pared de gran inspiración étnica: no suelen ser muy profusos en el material empleado (aunque alguna excepción, sí hay), sino pequeños detalles de un anudado diferente (existen hasta 50 modalidades de nudo), bien sean planos, creando trenzas, cenefas, etc. Su color predominante y más clásico, suele ser el blanco roto, aunque se pueden realizar en todos los colores imaginables, y suelen encontrarse generalmente colgando de una pieza cilíndrica de madera y, en otras ocasiones, una rama en bruto.
Unos modelos que se encuentran en tendencia total, son los que utilizan nudos en su parte superior, y cuelga el resto de hilo en la parte inferior de forma recta. Lo que hace a estos tapices especialmente decorativos son sus tonos degradados que crean un efecto tremendamente estético.
Otros, sin embargo, contienen dibujos o formas geométricas más delimitadas, y con ellos se genera un estilo aún más bohemio, e independiente, si cabe.
Otra tendencia en este sentido, es la composición que generan varios tapices de dimensiones más reducidas, con tonos muy vivos y brillantes, o realizando contrastes entre ellos.
Estos tapices se encuentran, en muchas ocasiones, adornados, aparte de la tipología de nudo con la que se marcan, además diferentes texturas, por abalorios variados (que también son de multitud de colores)elaborados predominantemente de madera, a modo de cuentas que se integran en el hilo con el que se teje.
Una de sus ubicaciones más recurrentes en decoración, es en el cabecero de las camas y en la parte superior de un sofá, pero como ocurre en toda la decoración ‘boho’, aquí tampoco hay normas estrictas, y podría encontrarlos colgados en cualquier estancia de la casa, dándole un toque realmente original y acogedor.