Si quiere reformar el baño principal por completo, el lavabo es una pieza más que se adaptará a la nueva decoración. Es importante seleccionarlo antes de empezar el trabajo.

Por el contrario, si sólo va a sustituir el antiguo lavabo, es preferible buscar uno que se adapte a la instalación actual, de esa forma la instalación será más sencilla y los desagües y tomas de agua no precisarán modificaciones.

El lavabo es un elemento del baño de uso muy frecuente. Los hay de muchos tipos y en la elección del modelo, influirá si está reformando el baño completamente, o si solo desea sustituir el mueble antiguo por uno nuevo. También hay que tener en cuenta si es para el baño principal, u otra parte de la casa.

Cuando vaya a escoger un lavabo, debe tener claras las medidas, sobretodo el ancho, que puede oscilar entre 35 centímetros hasta 1500 centímetros. Existe la posibilidad excepcional de fabricar lavabos a medida, pero eso va a aumentar considerablemente el precio.

Si va a comprar un lavabo, encontrará en el mercado una gran diversidad de productos, casi todos ellos muy parecidos, pero con precios totalmente diferentes. Desde los más sencillos, los lavabos de pie, hasta los más modernos integrados dentro de la propia encimera y fabricados con materiales sintéticos como el cuarzo compacto.

Tipos de lavabos en base al material de fabricación

Por lo general, estos son los distintos tipos de lavabo, según el material empleado para hacerlo:

Lavabos de cerámica. La mayor parte de estos aparatos sanitarios, están hechos de material cerámico, comúnmente llamados loza. El blanco es el color del esmalte que tienen como capa exterior, aunque perfectamente se podrían esmaltar con otros pigmentos más vistosos. La cerámica o loza, es un material que al ser impermeable (gracias al esmalte) y muy resistente, es idóneo para los cuartos húmedos de los edificios. Por otro lado, la cerámica es y ha sido siempre, un material muy económico, y el proceso de fabricación de las piezas cerámicas está muy extendido en todo el mundo.

Lavabos de acero. Este tipo de lavabos no son muy frecuentes, ya que es necesario utilizar aceros inoxidables de alta calidad para evitar la corrosión. El acero inoxidable se presenta en distintas aleaciones y no todas son igual de resistentes al agua y a los ambientes salinos. Su precio es bastante elevado, y es por ello que su uso en los sanitarios domésticos, no es muy frecuente. Sin embargo, el acero inox se utiliza mucho en grifería, elementos más livianos y cuyo coste puede ser más asequible al bolsillo de la mayoría.

Lavabos de piedra. Antiguamente la piedra era utilizada para realizar tanto lavabos, como urinarios. El proceso de fabricación es muy sencillo, y consiste en tallar una pieza en bruto y pulirla posteriormente. Hoy en día, este tipo de lavabos no son muy utilizados por su alto coste de fabricación, y por su gran peso, que hace que no sea rentable su venta al público.

Cuarzo compacto, Corian y materiales sintéticos. El uso de la resina en decoración, está revolucionando el mundo del mobiliario, no solo para cocinas y baños, sino también en el resto de la casa. La resina le permite moldear cualquier forma y pigmentarla con una gran variedad de tonalidades.

Tipos de lavabos en base a su forma

Lavabos colgados. Son los lavabos más baratos y comunes. Suelen ser de dimensiones reducidas, no superando los 45cm. Estos lavabos se colocan apoyados en la pared, mediante escuadras y su principal desventaja es que las instalaciones quedan vistas, sin embargo, se pueden colocar muebles auxiliares bastante baratos para mejorar la estética del conjunto.

Lavabos de pie o pedestal. Son los segundos más económicos y fáciles de instalar, constan de dos piezas: el lavabo y el pie. Una de las grandes ventajas, es que se pueden dejar vistos o taparlos con muebles exentos, que son bastante económicos.

Lavabo encastrable. Son lavabos que quedan empotrados en las encimeras, dejando visto, sólo el borde. Son más caros que los lavabos de pie y condicionan el hueco que se debe hacer en la encimera.

Lavabos encastrados bajo encimera. Son lavabos que se empotran de tal manera, que quedan perfectamente integrados dentro de las encimeras. Son más difíciles de instalar que los anteriores y hay que prestar especial atención en las juntas, para evitar filtraciones y humedades.

Lavabos sobre encimera. Son lavabos que se apoyan directamente sobre la encimera, por lo que debe cuidar más sus terminaciones, a cambio le evita el problema de las juntas.