La Torre Latinoamericana es el rascacielos más popular de la Ciudad de México, la cual posee un mirador en la parte superior para contemplar las zonas aledañas. Continúa siendo un icono de la capital mexicana; la torre es visible en un día despejado desde cualquier punto de la ciudad.
La Torre Latinoamericana fue construida para alojar a la compañía La Latinoamericana, Seguros S. A. Por lo que la construcción inició en el mes de febrero de 1948 a cargo del Dr. Leonardo Zeevaert, del Arq. Augusto Álvarez, del Arq. Alfonso González y del Ing. Eduardo Espinosa.
La tecnología empleada en la construcción (originaria de México), fue la primera de su tipo en el mundo y hoy en día, sigue siendo utilizada por los constructores de rascacielos para zonas sísmicas de alto riesgo. El diseño cuenta con criterios de simetría y continuidad, además de que se planeó su estructura para sufrir deformaciones en terremotos (cabe señalar que la torre se encuentra en una zona sísmica). Toda la estructura metálica de la torre fue remachada a mano en cada junta mediante obra de mano mexicana, la excelente colocación de los remaches al rojo vivo es una ventaja de la torre, puesto que después de los terremotos del 57 y 85, éstos no sufrieron daño alguno que debilitara la estructura del edificio. Además, la estructura cuenta con un recubrimiento contra incendios.
El diseño inicial fue muy variado, dentro del museo de la Torre Latinoamericana se aprecian algunos de los renders del Arq. Augusto Álvarez como anteproyectos al diseño actual de la torre, se pueden apreciar varios bosquejos que modifican la fachada, el vestíbulo y el diseño de la antena. Un hecho poco conocido es que la altura planeada de la torre sería de 205 metros, pero por razones económicas la torre fue construida con su altura actual. La torre fue terminada el 30 de abril del año de 1956 con una altura final de 182 metros.
Su ingeniosa y novedosa estructuración fue premiada por la American Association of Construction and Engineering Prize, por soportar el terremoto de 1957.
Durante años en los pisos superiores funcionaba un enorme reloj digital, pero debido a los altos costos de energía fue cancelada esa función, actualmente la torre indica la hora con campanadas cada 15 minutos.
Es el rascacielos más antiguo de la ciudad y la operación de elevadores aún es efectuada por ascensoristas. Durante muchos años funcionó un enorme acuario ubicado en el mirador, éste fue cerrado y desmantelado después de la remodelación de los últimos pisos de la torre. Con motivo de sus primeros 50 años de vida de la torre, sufrió algunas modificaciones.
La Torre está considerada como monumento, por el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), que la considera como un ejemplo de la arquitectura mexicana de los años 50’s; debido a esto, se prohíbe modificar las bandas azules y el aluminio característico del edificio.