Este dispositivo detecta los niveles en sangre del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), causante del SIDA.
Son impresionantes todos los avances que han logrado la medicina y la tecnología, curas, soluciones a muchos problemas de salud, han llegado a solucionar vidas y tener más oportunidades para existir por muchos años más.
Creado por científicos de la Escuela Imperial de Londres y la firma DNA Electronics, este USB analiza una gota de sangre, y detecta la presencia del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).
Para conocer los resultados, basta conectarlo a un ordenador o un dispositivo móvil que cuente con la app necesaria. No sólo indica si hay VIH en la sangre, también informa en qué cantidad, algo muy útil para los médicos, que pueden saber así si están dando resultado los tratamientos en el paciente infectado por este virus que puede causar el SIDA.
La memoria USB funciona produciendo una señal en base a su composición y de esta forma se detecta si hay presencia de VIH. Al realizar la prueba, la muestra de sangre desencadena un cambio de acidez que un microprocesador convierte en una señal eléctrica, la cual mostrará cada componente en la sangre.
Los científicos mencionaron que la memoria USB en realidad no tiene mucha ciencia, pues únicamente realiza el trabajo de equipos de análisis convencionales del tamaño de una fotocopiadora pero reducida a un chip.
991 pruebas fueron realizadas y, según los resultados publicados en la revista Scientific Reports, la memoria USB tiene una precisión del 95 por ciento y tarda 20 minutos aproximadamente en presentar el resultado. Una vez realizada la prueba, los resultados inmediatos se almacenan en la memoria y son accesibles a través del puerto USB desde cualquier computadora o smartphone.
El dispositivo, desechable y muy económico, ha de pasar aún por pruebas adicionales y obtener la aprobación de las diferentes autoridades sanitarias, pero podría resultar de gran utilidad. Los actuales tests de detección del VIH pueden llevar hasta tres días y requerir que la muestra se envíe a un laboratorio, algo que en muchos lugares del mundo, precisamente en aquellos donde más VIH y SIDA hay, no es posible.