Esta instalación exterior plegable de hierro en la pared, es práctica, singular y además bonita.
Si bien una parrilla no es algo nuevo, la simpleza del diseño y las posibilidades para un espacio reducido, son interesantes. No es para una parrillada completa, pero sí para darse el gustito de un par de chorizos y una tirita de asado.
Cuando falta espacio y se es de esas personas que gustan de armar fiestas, esta parrilla de barbacoa montada a la pared, se puede instalar en casi cualquier lugar en el exterior. Simplemente se vuelca la tapa y puede usarse inmediatamente. Cuando se termina de cocinar, se limpia y la parrilla vuelve a su lugar contra la pared.
Está fabricado en acero al carbón. El espesor de su acero permite garantizar su duración casi de por vida. Los tornillos expansores que lo soportan, fueron diseñados para cargar 4 veces el peso del asador. Cuenta con un seguro accionado por un gatillo para brindar más seguridad al cerrar.
El disco plano posterior, protege a la pared, del humo. El diámetro de la parrilla es de 50 cm.
Su diseño único e innovador, lo hacen diferente del resto de los asadores. El propósito primordial de su diseño, es el de ahorrar espacio luciendo siempre elegante. Si usted tiene interés, puede encargar un artefacto parecido en un taller de herrero.
Se puede prender el fuego con carbón o briquetas (producto 100 % ecológico en forma de cilindros o ladrillos). El espacio es holgado, lo suficiente para seguir agregando fuego y alimentos a la parrilla sin tener que vaciarla antes.
Ideal para un apartamento pequeño y con un propietario entusiasta por cocinar al aire libre en el balcón, si así se lo permiten.