Vals, una villa alpina suiza de 1000 habitantes, a 1200 metros de altitud, en un profundo y estrecho valle del cantón Graubünden, fue puesto en el mapa hace 15 años cuando la comunidad se hizo cargo de un complejo hotelero abandonado por una quiebra y trajo al arquitecto suizo Peter Zumthor (Pritzker Prize 2009) que creó el maravilloso centro termal Therme Vals, que se ha convertido en un centro de peregrinación, sobre todo para turistas de la arquitectura.

El arquitecto holandés Bjarne Mastenbroek (SeARCH, Amsterdam), visitó Therme Vals como uno de esos turistas a finales de los 90. Maravillado por el paisaje se sorprendió al descubrir que era posible construir tres alturas en el suelo casi sagrado próximo a las termas. Mastenbroek se asoció con el arquitecto de Rotterdam Christian Müller.

El equipo primero se ocupó de mantener abierta la impresionante vista a través del valle, no sólo para su residencia, sino también para las termas, a pocos metros.

Ellos imaginaron un edificio subterráneo, con espacios interiores entrelazados y acoplados entre sí como piezas de un puzle. ¿Podría ser posible esconder una casa en las laderas de los Alpes y al mismo tiempo aprovechar las increíbles vistas y permitir la entrada de luz natural?

La introducción de un patio circular en la ladera inclinada crea una fachada amplia de desarrollo elíptico con un considerable potencial para ubicar ventanas. El ángulo de la casa es levemente inclinado, lo que da mayor dramatismo a las vistas de las bellas montañas en el lado opuesto del valle.

La casa renuncia al uso de combustibles fósiles, empleando solamente energía hidroeléctrica generada en el cercano embalse de Zervreila.

La Villa Vals es, en efecto, una espléndida casa de vacaciones durante todo el año con su propia página web donde informan de las firmas de diseño que visten su interior y de los precios semanales de alquiler. Una semana en temporada alta son 3500 euros.