Muchos temen a las deudas. Si bien no son malas, hay que tener mucho cuidado en identificar cuando vienen a contribuir a tu crecimiento económico. Para empezar hay que diferenciar dos conceptos: gasto vs inversión
Gasto es una salida de dinero irrecuperable y que no te va a generar ningún beneficio económico futuro. Los gastos son necesarios para sobrevivir, sin embargo hablando estrictamente en términos financieros, no representa ningún beneficio futuro: tu café del día, una revista, alimentos, zapatos, ropa etc. En el momento en que el gasto representa un beneficio económico futuro entonces se convierte en una inversión.
Si una deuda es contraída por un gasto no es buena, por el contrario si es contraída para conllevar una inversión, podemos asumir que cada peso erogado, lo vale.
Es por esta razón que muchos apuestan sus recursos en el mercado inmobiliario. No están gastando, sino que están invirtiendo.
Podemos escuchar a gente decir que prefieren pagar una casa de contado para no “endeudarse”. En realidad, es un desperdicio desaprovechar las oportunidades crediticias y fiscales que ofrecen actualmente los créditos bancarios hipotecarios.
Si bien en México, las tasas de interés aun están por encima del promedio de EU y Europa, han bajado lo suficiente para dar acceso a un mercado más amplio o bien ofrecer liquidez a un costo bajo para aquel que podría pagar de contado una casa.
¿Por qué un crédito hipotecario?
Como podemos observar son muchos los beneficios lo que conllevan a contratar un crédito hipotecario, así que no hay que dejar a un lado esta opción como medio de inversión.