Aunque la revolución de Netflix llegó con su servicio de streaming, la empresa surgió como un videoclub en 1997.

Netflix, la plataforma de internet que abandera hoy la transformación de la industria televisiva, estuvo a punto de no nacer, de hecho sus propios fundadores habían descartado la idea, hasta que en 1996, se enteraron de que pronto el DVD terminaría con el reinado del VHS. Aquel cambio de formato en el consumo de vídeo doméstico, de la cinta al digital, fue clave para que naciera la compañía

Netflix fue fundada en Scotts Valley, California, en agosto de 1997 por  Reed Hastings y Marc Randolph. La primicia de la compañía era simple; no salga a rentar una película, nosotros se la mandamos hasta la puerta de su casa. Una compañía que venía a revolucionar una industria que hoy casi ni existe: la renta de películas.

Hastings, de formación matemática, utilizó los ingresos que obtuvo por vender su empresa Pure Atria, a Rational Software Corporation, para después lanzar Netflix junto con Randolph, quien fue responsable de mercadotecnia de su compañía.

La idea la tuvo Reed Hastings cuando se dio cuenta que por no devolver a tiempo el DVD de ‘Apolo 13’, que había rentado días atrás en la tienda de videos Blockbuster, debía 40 dólares. Así comenzó Netflix, como un servicio de videoclub a domicilio, gestionado a través de una página web donde los usuarios podían realizar sus pedidos de películas, donde no  se les cobrara multas a los usuarios, por demorarse en la devolución de éstas, sino una tarifa mensual por un número ilimitado de alquileres.

En 1998,  la empresa lanzó NetFlix.com y presentaron su revolucionario sistema de arriendo de películas al mundo.

El procedimiento era el siguiente: elegía los DVDs que deseaba ver, e indicaba la fecha y dirección de envío. Con estos datos, ellos se encargaban de hacérselo llegar por correo postal en un sobre de color rojo, que también se utilizaba para regresar los DVDs. Comenzaron con 100.000 títulos disponibles para escoger.

Netflix no tuvo un éxito inmediato, pues las personas preferían pagar por cada película que alquilaran, ya que opinaban que se perdía mucho tiempo esperando a que el DVD llegara por correo, por lo que la empresa generó pérdidas en sus primeros años.

En 1999, introdujeron la tarifa de suscripción con acceso ilimitado al alquiler de DVD y un año después pusieron en marcha un sistema de recomendaciones de contenidos.

Para el año 2000, Hastings se reunió con Blockbuster para ofrecerles vender su compañía en 50 millones de dólares y ser él su brazo de línea, pero Blockbuster lo rechazó y declinó la oferta, siendo un gran error para la compañía de alquileres, pues Netflix sería la razón por la que debieron cerrar la mayoría de sus tiendas.

En 2002, cuando la empresa contaba con 600.000 usuarios en EEUU, Netflix decidió salir a bolsa; ese mismo año, Randolph abandonó la empresa y Hastings quedaría como el único CEO. En el 2003 todo cambiaría, Netflix al fin obtendría ganancias de 6,5 millones de dólares, de ahí en adelante, Netflix acapararía el negocio de la venta de películas y series.

Con Hastings al frente, Netflix continuó creciendo (4,2 millones de suscriptores, en 2005) pero permaneció solo como un servicio de alquiler de películas y series por correo hasta que en el 2007, Hastings anunciaría una plataforma online, para poder ver películas, desde su sitio web, una práctica que luego denominarían streaming (emisión en directo), lo que terminaría de impulsar el éxito de Netflix .

Las acciones de Netflix se mantuvieron entre los 4 y 5 dólares por títulos, hasta el 2009, cuando empezó a rumorearse que su servicio a través de internet llegaría a los populares dispositivos táctiles de Apple, iPhone, iPad y iPod Touch. Esto ocurriría en 2010, en ese mismo año, se inició el proceso de internacionalización, ofreciendo sus servicios a países como Canadá, Brasil, México y el resto de Latinoamérica.

Las participaciones de Netflix se revalorizaron más de un 350% y en julio de 2011, cotizaban a más de 42 dólares.

Para ese momento, Netflix contaba ya con 24,6 millones de usuarios, un 64% más, que en 2010.

Esta plataforma digital se convertiría en su mina de oro, pues una vez analizado el comportamiento de muchos suscriptores al poder conocer sus gustos, en qué momento abandonaban sus programas, qué temáticas les gustaban más, entre otros cruce de variables que lograron, dieron pie a la realización.

En 2013 publicaron por primera vez una serie producida por ellos mismos, con el nombre de House of Cards, una trama política con actores de primer nivel cuyos 13 capítulos estarían disponibles a la vez. Esta apuesta fue un triunfo, la serie estaría nominada 9 veces a los premios Emmy, y sus usuarios aumentarían a 40 millones.

A House of Cards, le seguiría Orange is the New Black, y la lista crecería con Marco Polo, Bloodline, Daredevil, Grace and Frankie y Sense 8, entre otras. En agosto de 2015, vieron la luz en español Club de Cuervos y Narcos, que ha funcionado bien en Estados Unidos.

Aunque Netflix no es la única plataforma de series y películas por internet, simboliza la revolución que está viviendo el sector, donde la tradicionalmente intocable televisión de paga, está obligada a adaptarse al streaming, para sobrevivir a los nuevos hábitos de consumo de la audiencia, en especial la más joven.

La última decisión de Hastings, ha sido poner fin a acuerdos no exclusivos de distribución de películas taquilleras para dar prioridad a sus producciones originales. Los usuarios recibieron con molestia la noticia.

Hoy en día, Netflix sigue produciendo una variada cantidad de películas y series, que solamente son transmitidas en su página, además cuentan con presencia en casi todos los países del mundo, y poseen más de 100 millones de usuarios, así como ingresos de miles de millones de dólares. Y todo empezó con una multa de 40 dólares.