En mayo de 1980, se exportaron los primeros cubos de Rubik desde Hungría. El éxito internacional fue instantáneo y solamente en los dos primeros años se vendieron 100 millones de cubos.
Ernö Rubik, que fue el creador del Cubo, nació en 1944 en Budapest, Hungría, durante la Segunda Guerra Mundial. Su madre era una poeta y su padre un ingeniero aeronáutico que fundó una compañía para producir planeadores. Ernö, estudió escultura, pero después de su graduación decidió apuntarse a Arquitectura. Le encantaba la geometría y el estudio de las formas tridimensionales. Como maestro, él era partidario de poner siempre ejemplos prácticos reales, para que los alumnos pudieran experimentar con ellos.
A mediados de la década del 70, Rubik estaba obsesionado con la construcción de las figuras geométricas en 3D, y buscaba poder diseñar prototipos que pudieran moverse internamente sin romperse. Un día mientras caminaba por las orillas del Río Danubio, y observaba las piedras que allí reposaban, a Rubik se le ocurrió crear una figura en la cual cada bloque se moviera en torno a un centro redondeado, que permitiría el libre movimiento de las piezas.
Así fue como se puso a trabajar en el primer prototipo del famoso juguete, que constaba de 26 pequeños cubos. Luego de varios diseños, creó el definitivo, y buscó comercializarlo en su país, una tarea compleja teniendo en cuenta que Hungría se encontraba bajo la ‘Cortina de Hierro’ comunista, lo que le provocó muchos dolores de cabeza por el bloqueo oficial a su deseo de patentar su invento.
Una vez que tuvo la idea, le surgieron multitud de maneras para hacer ensamblar los cubitos, hasta que finalmente dio con la manera perfecta, pensando que los elementos internos debían tener una forma redondeada, tomando finalmente un aspecto cilíndrico.
Inicialmente empezó marcando las superficies de las distintas caras con números y símbolos, llegando a la idea final de poner cada cara de un color diferente. Por lo que colocó adhesivos de diferentes colores por todos los cuadritos. Cuando el joven comenzó a mezclar los cubos y los colores se mezclaban, se dio cuenta que el cubo se había convertido en un rompecabezas de compleja solución. Y después de un mes de intensos estudios y secuencias, consiguió reorganizar el puzzle.
Ernö Rubik solicitó la patente húngara en enero de 1975, y dejó su invención en una pequeña cooperativa de juguetes de Budapest. No tuvo ningún tipo de promoción, pero el cubo se convirtió en el pasatiempo de multitudes, aunque con las restricciones de la cortina de hierro de esa época, no podía traspasar las fronteras de Occidente.
Luego de varios intentos sin éxito, se asoció con un compatriota que vivía en Austria, Tior Laczi, que comenzó a llamar al producto ‘Cubo Mágico’, y tras presentaciones en ferias internacionales, la compañía Ideal Toy Corp lo compró y quedó en fabricar un millón de unidades con el nombre de Cubo Rubik.
El Cubo de Rubik hizo su debut internacional en las Ferias del Juguete de Londres, París, Nuremburgo y Nueva York entre enero y febrero de 1980. Con Erno Rubik demostrando su propia creación, tuvo un impacto inmediato, pero había un problema y es que no había cubos producidos por las normas de calidad occidentales que significaban un retraso en el proceso. Pero en mayo de 1980 se exportaron los primeros cubos de Rubik, desde Hungría. El éxito internacional fue instantáneo y solamente en los dos primeros años se vendieron 100 millones de cubos.
Luego de su éxito, y a pesar de ganar decenas de millones de dólares por haber creado el juguete más vendido de la historia, Rubik siguió dando clases en su país, e ideó otros productos, aunque no tuvieron el mismo éxito que el original: Rubik´s Studio; el Rubik´s Magic, el Rubik´s Master Magic, el Rubik´s Snake o el Rubik´s 360.
Speedcubing (o speedsolving), es la práctica que intenta resolver un cubo de Rubik en el menor tiempo posible. Existen una serie de competiciones de speedcubing a lo largo del mundo.
El primer torneo mundial lo organizó el Libro Guinness de récords mundiales y se llevó a cabo en Múnich el 13 de marzo de 1981. Todos los cubos fueron girados 40 veces y lubricados con vaselina. El ganador oficial, con una marca de 38 segundos fue Jury Froeschl, nacido en Munich.
El primer torneo mundial internacional se llevó a cabo en Budapest el 5 de junio de 1982, y lo ganó Mihn Thai, un estudiante vietnamita de Los Ángeles, con un tiempo de 22.95 segundos. Desde 2003, las competiciones se determinan por el promedio de tiempo (de 5 intentos); pero el mejor tiempo único de todos también lo registra la World Cube Association (WCA), que mantiene el registro de las plusmarcas mundiales. En 2004, la WCA hizo obligatorio usar un dispositivo especial llamado Cronómetro Stackmat.
La actual plusmarca mundial es ostentada por el coreano SeungBeom Cho y por el australiano Feliks Zemdegs, con un tiempo de 4.591 y 4.594 segundos respectivamente.